Tras la caída del régimen de Sadam los Estados Unidos se centran en la pacificación del país y de su construcción.
Para ello ha designado un administrador de los fondos, los cuales no son pocos dada la entidad del proyecto.
Este administrador se llama Paul Bremer y en la misión que le ha sido encomendada tendrá que ver la manera de proteger y poner en funcionamiento los pozos petrolíferos y demás recursos.
La administración americana ha contratado los servicios de seguridad de una agencia no gubernamental, Blackwater que velará por la seguridad del mandatario.
Mientras tanto Al-qaeda ha lanzado una suculenta recompensa de 10,000 gramos de oro por el alto mandatario y de 500 gramos por oficiales de las Naciones Unidas.
Traducido a dólares la recompensa se estimaría en 125.000$
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